Segundo Trimestre (II)

 La capital malagueña conquistada por la moda de los Cupcakes.

Disfrutar de la pastelería ahora no tiene por qué ser pesado para el consumidor. Los 'cupcakes', término anglosajón, tiene su origen en el año 1796, cuando Amelia Simms utilizó esta palabra para una «tartaleta que se cocina en pequeñas tazas» en su libro American Cookery. Compuesta por 'cup' –taza– y 'cake' –tarta–, es la nueva forma de degustar los placeres del mundo de la repostería creativa sin perder ninguna nota de su sabor. Al contrario. Esta nueva modalidad trabaja la intensificación de los sabores.

La capital malagueña se ha dejado conquistar por esta nueva moda y ya son muchos los comercios que se han especializado en este tipo de repostería.

Al pasear por calle San Juan, se encuentra el desvío hacia calle Calderón de la Barca. Allí, está situada una pequeña tienda que esconde estos placeres. Ambientada con una decoración 'vintage' que acompaña este tipo de repostería. Ana Vinuesa es la propietaria de My Sweet Paradise y en la que trabaja día a día para elaborar los distintos postres.

Los 'cupcakes' protagonistas son los monstruos de las galletas que tanto gustan a niños y adultos. Pero según Vinuesa, las tartas están teniendo mucha demanda. «Lo que más se venden son tartas. La gente prefiere venir a relajarse y tomar un trozo de tarta y un batido. Y los cupcakes se prefieren para llevar», señala. Entre su oferta está la «Tarta Carnívora». Una innovación de la casa que cuenta con un relleno de tarta de queso.

También hacen encargos para tartas de boda o cumpleaños, categoría en la que se enmarca una de las «locuras», como afirma, más grande que han hecho, que es un R2D2 para un compromiso.

Su filosofía es: «renovarse día a día», por ello van incorporando novedades de la pastelería americana que van surgiendo, como es el caso del 'Cronut'. Un donut hecho a base de masa de cruasán y que también han hecho en esta pastelería.

Además se puede encontrar en calle Carretería la repostería de la tienda de Julia Cupcakes en la que trabajan una pareja muy peculiar: Borja Hernández, pastelero, y María Arquero, panadera. Según cuenta María, su marido era también arquitecto y tras la caída del mercado inmobiliario decidieron hacer una remodelación de sus vidas. Empezaron en mercadillos en El Palo hasta que en 2012 pudieron abrir su propio comercio.

Esta pareja hace bollería australiana, inglesa y americana. Los 'cupcakes' que elaboran se distinguen porque no llevan fondant. «No lo trabajamos por el coste económico y por el tipo de clima que tenemos aquí. Esto nos dio pie a cambiar la línea de productos», afirma. El 'cupcake' estrella es el llamado «Antonio». Un nombre muy peculiar para un dulce compuesto por una base doble de chocolate con frambuesas y nata.

Estas pequeñas porciones cuentan con una línea más ligera y por eso llevan a cabo una decoración a base de mousses y cremas de queso, y alguna que otra buttercream que demanda una clientela extranjera. Como novedad, van a incorporar pan con fermentos naturales y harina ecológica de Coín. «El proceso es más lento pero más sano», aseguran.

Hazlo tú mismo. Bajo el sobrenombre inglés: Do it yourself (DIY), esta moda de los 'cupcakes' se ha expandido. Los reposteros han pasado de ser aprendices a maestros e imparten cursos para demostrar que no es difícil llevarlo a cabo.

Así como la proliferación de comercios donde poder encontrar los utensilios adecuados para poner en práctica este nuevo arte. Ya no es difícil encontrar cortadores, fondant o las mangas pasteleras de Wilton que tanto gustan entre las personas que están dentro de esta comunidad.

Uno de estas tiendas es Sugar Cakery. Ricardo Rivero es socio de esta tienda junto con su mujer, que es quien imparte los cursos. Cuentan con una gama muy amplia de productos. Desde cortadores de galletas de muchas formas diferentes según la época y festividad del año, hasta colorantes de una amplia gama cromática.

También está la tienda Cakes Atelier. Su dueña, Noelia Etxebarría, se lanzó hace tres meses a este mundo de la repostería creativa. Moldes de varios tamaños y tipos, entre ellos los más característicos para cumpleaños de niños pequeños. Como novedad, han incorporado productos internacionales de varios países de Europa, entre ellos Francia.

Esta moda pastelera está plenamente implantada en Málaga. «Cada vez hay más programas en televisión dedicados a estos asuntos», señala Ricardo. Quien asegura que también acuden niños que piden por su cumpleaños asistir a un curso de cocina o de repostería.




Cupcake de My Sweet Paradise (Málaga)

Cupcake con decoraciones al gusto



Cupcake decorada con fresas y crema pastelera


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